Entrevistamos a José Antonio Puentes Muñoz, director de PM Asesores. Se trata de un Centro de Referencia y Conocimiento que apuesta por el desarrollo y reconocimiento  de la Profesión de Dirección de Proyectos. Con más de 20 años de experiencia, desarrollan Mejores Prácticas y recomendaciones de las mejores Asociaciones Profesionales, entre muchas otras acciones destinadas a mejorar la gestión profesionales de muchas empresas.

Jose Antonio PM Asesores

«La Dirección de Proyectos siempre pasa y pasará por dotar a las organizaciones de una forma de comportamiento más flexible y colaborativa», destaca José Antonio, quien resalta también cómo el profesional puede mejorar su gestión. «Aparte estudiar ciertas competencias sobre Dirección de Proyectos, se deben poner en práctica en el día a día como una manera de transformar el conocimiento en aprendizaje, y de ahí a convertirse en hábitos de excelencia

Os dejamos con la voz de la experiencia en la gestión de proyectos profesionales, con el propósito de hacer análisis de nuestro trabajo y la expectativa de mejorar y optimizar procesos, para obtener los resultados que realmente esperamos.

 

¿Cuál es el valor diferenciador de PM Asesores?

 

Aunque PMAsesores está reconocida por el PMI® como el Global REP nº2760, incorporamos a nuestras acciones cualquier elemento de conocimiento que proceda de normas (ISO 21500, ANSI, etc…), metodologías de Dirección de Proyectos (Ágil, Marco Lógico, Prince2, PM2 de la UE, Cadena Crítica, etc.), o de nuestra propia experiencia diaria.

Nosotros basamos nuestro valor diferenciador en cuatro pilares: los resultados para nuestros Clientes (100% valora las acciones como muy buenas o excelentes), la calidad de los Profesores (todos profesionales en activo con más de 25 años de experiencia en Dirección de Proyectos, certificados PMP®), la calidad de los materiales formativos  (cada 3 años PMI® nos audita) y el compromiso con los alumnos (vinculación de por vida).

Todas nuestras acciones buscan incidir en el comportamiento de nuestros Clientes aportándoles una nueva forma de mirar y abordar sus proyectos, para que de una forma inmediata puedan rentabilizar la inversión que supone contratarnos.

 

¿Qué necesidad es la más demandada entre las empresas que solicitan ayuda a PM Asesores?

 

Hay tres tipos de necesidades básicas por parte de nuestros Clientes (Por orden de petición):

  • Adquirir los conocimientos de la Dirección de Proyecto para definir o redefinir su metodología, o mejorar algún aspecto práctico.
  • El desarrollo de una Oficina de Proyecto.
  • La consultoría o el apoyo en el desarrollo de sus proyectos.
  • Formación y ayuda para la preparación de la certificación internacional PMP®.

 

¿Qué le pide a una herramienta de gestión de proyectos?

 

Muchas organizaciones compran herramientas comerciales para gestionar sus proyectos y luego se ven obligados a adaptar su forma de trabajar a las funcionalidades de dichas herramientas y ni es fácil, ni en muchas ocasiones es posible, al final las herramientas se abandonan.

La forma de resolver esto es primero definir nuestra propia forma de gestionar nuestros proyectos y luego analizar las herramientas que se puedan adaptar a nuestra realidad de negocio. Es por esto que las características que yo buscaría en una herramienta serían las siguientes: adecuación al uso, fiabilidad y exactitud, distribución (comunidad de usuarios), configurabilidad, modificabilidad, fabricante (soporte y garantía), facilidad de uso, integración con otras plataformas existentes, compatibilidad y comunicaciones, y por último la rentabilidad que nos pueda proporcionar dicha herramienta.

 

¿Cuáles son los puntos a mejorar para acercar las instituciones formativas al mundo profesional?

 

Cuando se pone de moda una determinada materia de conocimiento, como puede ser la Dirección de Proyectos, desde todos los ámbitos públicos e institucionales, se inicia una carrera de comercialización de la formación en ese ámbito, o para mejorar las cifras de negocio (sector privado) o para conseguir más alumnos (sector público).

Vemos cómo inmediatamente se empiezan a transformar los textos, las normas, y los artículos en herramientas de presentaciones tipo PowerPoint.

Si consideramos la formación como una inversión cuyo objetivo es la profesionalización del alumno, hemos de exigir que las entidades formativas preparen sus contenidos desde la experiencia profesional de sus formadores, de forma que éstos no sólo informen sobre las mejores prácticas, sino que también las pongan en valor en el aula a través de sus propios aciertos y fracasos profesionales. Desde mi punto de vista, esta es la única manera de preparar futuros profesionales en el aula.

 

Existen una serie de habilidades sociales que el Director de Proyectos debe dominar. ¿Cuáles son? ¿Todo profesional es capaz de adquirirlas?

 

Efectivamente, todas las metodologías o guías de Dirección de Proyectos incluyen una serie de recomendaciones o exigencias en términos de competencias para el Director de Proyectos. Pongamos como ejemplo sólo tres de ellas: la ISO 21500 habla de tres tipos de competencias, las “técnicas, las contextuales relacionada con la organización y su entorno, y las relativas al comportamiento asociado con las relaciones personales”;  IPMA® desarrolló el ojo de la competencia y en el incluye “competencias técnicas, contextuales y de comportamiento”; y en el triángulo del talento de PMI® las tres caras son “estrategia, herramientas y liderazgo”. El detalle fino puede consultarse en los documentos asociados.

Todas estas competencias son adquiribles por el Director de Proyectos, pero aparte de estudiarlas, se deben poner en práctica en el día a día como una manera de transformar el conocimiento en aprendizaje, y de ahí a convertirse en hábitos de excelencia.

 

¿Hacia dónde se encamina el Project Management en los próximos años?

 

Creo que el desarrollo de la Dirección de Proyectos siempre pasa y pasará por dotar a las organizaciones de una forma de comportamiento más flexible y colaborativa, apostando por el co-liderazgo entre todos los actores que permita mejorar la gestión de la complejidad y la incertidumbre. Además, inculcar un comportamiento más ético, más respetuoso con las personas y con el entorno, y poniendo las nuevas tecnologías de la información al servicio de la toma de decisiones más integradas y mejor informadas, lo que redundará en un mayor y mejor impacto en los negocios y en la sociedad.

 

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