El tráfico de Internet está sufriendo una significativa caída puntual a las 8 de la tarde. Un dato histórico debido a los aplausos para apoyar al personal sanitario.
Estamos consumiendo más datos que nunca. Es el mundo que nos permite evadirnos y salir de casa. Por eso, en cuanto nos levantamos nos conectamos a Internet. Además, las rutinas se asemejan en la mayoría de los hogares y más cuando hacemos algo en común como aplaudir a las 8 de la tarde.
Así lo refleja este gráfico del consumo de Internet en España el 17 de marzo, el martes de la primera semana de confinamiento. Así, nos muestra que somos capaces de soltar el teléfono para agradecer a miles de sanitarios y profesionales que están ayudando a que la pandemia del COVID-19 pase lo antes posibles, pero sobre todo, que pase lo mejor posible.
Los aplausos a los sanitarios se reflejan en la caída puntual del tráfico de Internet a las 8 en punto
Ni las jornadas laborales marcadas, ni el momento de la película, incluso ni la hora de comer suponen una caída tan pronunciada como la que se da cuando soltamos los móviles para aplaudir a las 8 de la tarde, por los sanitarios que están ayudando a que el daño del Coronavirus a la sociedad sea el menor posible.
¿Cómo terminar el trabajo a tiempo y poder aplaudir a las 8?
Las rutinas de trabajo así como jornadas laborales con horarios bien marcados, se convierten en todo un reto si trabajamos desde casa. Se trata de establecer horarios de comienzo, descansos y final siempre igual, mientras intentamos que las continuas interrupciones no pongan en peligro nuestros proyectos. Y es que surge así, un nuevo riesgo: la conciliación entre trabajo y familia, ahora desde casa las 24 horas.
Si estamos gestionando los proyectos con herramientas online, podemos aumentar la productividad detectando, por ejemplo, las actividades críticas del proyecto, priorizando aquellas tareas que debemos hacer a primera hora del día.
Estas son algunas de las cosas que te ayudarán a terminar tus actividades en el día, evitando frustraciones y pudiendo salir al balcón a aplaudir a los miles de sanitarios y otros muchos profesionales que cada día tratan de paliar las terribles consecuencias del COVIS-19.
Pues bien, así es como los profesionales de gestión de proyectos trabajan para maximizar sus horas y recursos, mientras cumplen con los plazos.
- Olvida las planificaciones en Excel y planifica utilizando el método del camino crítico y técnicas PERT. El camino crítico es el conjunto de actividades que si no se hacen, pueden extender la fecha final del proyecto, provocando un riesgo para el mismo. Si creamos dependencias entre actividades, herramientas fáciles de usar como Sinnaps, nos ayudan a priorizar y detectar aquellas tareas que si no se hacen a tiempo, podrían poner en peligro el final de la entrega de nuestros proyectos.
- Asigna el trabajo a través de una app que permita enviar notificaciones, chatear en las propias actividades, adjuntar documentos, crear subtareas y mucho más. Para así, promover el trabajo colaborativo y ayudar a tu equipo a mejorar su comunicación online.
- Marca plazos e hitos de control en la planificación. Así podrás revisar el progreso del trabajo y re-planificar si fuera necesario, viendo cómo afectará cada cambio en el plan antes de aplicarlo, gracias a el modo de pruebas.
- Gestiona todos los entregables y documentos que vayas creando online usando la herramienta adecuada. Puedes usar Google Drive y poner links a los documentos en las actividades de tu planificación. O adjuntar directamente en las tareas, los documentos que vayas terminando o quieras compartir con tu equipo.
- Utiliza un tablero Kanban online y colaborativo. Para que todos sepan qué hacer, en qué orden de acuerdo al camino crítico de tu planificación y manteniendo al día a tu equipo en todo momento, evitando malentendidos.
Con estos primeros pasos podrás reducir bastante tus horas frente al ordenador, siendo todo lo productivo posible mientras trabajas desde casa, rodeado de distracciones. Así llegarás a las 8 de la tarde dispuesto a desconectar Internet y salir al balcón con la tranquilidad del trabajo realizado.
