Sinergia, espontaneidad y creatividad, recogidas en algunas de estas técnicas de brainstorming.

Está a la orden del día. Cada vez un mayor número de empresas utiliza diferentes técnicas de brainstorming. La competencia de los mercados aumenta las necesidades de las corporaciones para innovar de forma continua. Hay que ir un paso por delante del cliente, ya que todo gira entorno a sus necesidades. Se busca una aproximación a su individualismo, una tarea que obliga a mejorar la capacidad creativa de los directivos de hoy día, más con las particularidades de la actual situación del mercado laboral.

El brainstorming o ‘tormenta de ideas’ no es más que la selección de ideas expuestas al azar pero recogidas con un sentido estratégico. Cuando un grupo de personas se enfrenta a un determinado problema, una de las vías para resolverlo es a través de un brainstorming. Se trata de una descomposición de ideas para encontrar el camino a la mejor solución.

Existen herramientas de gestión del trabajo en equipo que permiten adelantarse también en la toma de decisiones acertadas. Sinnaps, software de gestión de proyectos, por ejemplo, permite plasmar en la planificación de nuestros proyectos, las ideas extraídas de estos brainstorming. Así vemos cómo afectan a tiempo real, al proyecto en su totalidad. El trabajo en equipo y la comunicación online que permiten este tipo de apps web como Sinnaps, hacen más fácil el nacimiento de creatividad esté donde esté nuestro equipo y cuando le venga la inspiración.

 

tecnicas de brainstorming

 

Uno de los mayores beneficios de vivir en sociedad es compartir conocimientos, experiencias, ideas y pensamientos con el fin de seguir evolucionando. Así funciona el ser humano. De ahí, que cuando nos reunimos con un grupo de compañeros y empezamos a comentar un proyecto de futuro, lo que en un principio nos había parecido una brillante idea puede evolucionar de tal forma que obtengamos, entre todos, una solución esplendida, inimaginable previamente por nosotros mismos. Y eso se consigue gracias al grupo en su conjunto.

¿Nunca te ha ocurrido que al hablar de un determinado tema y al oír tus propias palabras lo ves distinto? ¿O se te ocurren en ese momento más detalles que únicamente en tus pensamientos? Pues bien, esto es lo que se conoce como brainstorming. Sinergia, espontaneidad y creatividad al mismo tiempo.

Por ello, las empresas más innovadoras que utilizan metodologías ágiles en sus procesos, ya se aprovechan de sus efectos en numerosas reuniones productivas. De hecho, una de las fases más importantes y tempranas de la toma de decisiones es precisamente un brainstorming o ‘tormenta de ideas’. Mejorará notablemente la resolución de los problemas a los que hacer frente.

 

A tener en cuenta algunos de estos trucos…

Antes de comenzar nuestro brainstorming, es importante tener presente estas consideraciones básicas:

Eliminar toda crítica o prejuicio

Identificar un objetivo

Pensar libremente

No escribir frases enteras

Cuantas más ideas, mejor. En el brainstorming es mejor la cantidad que calidad

Efecto multiplicador para mejorar las ideas expuestas

Exponer ideas ‘salvajes’

Mantener todas las ideas a la vista y clasificarlas por colores

Guíate con un mapa mental. Se trata de un panorama visual de las ideas para encontrar la raíz del problema.

Se pueden organizar sesiones de brainstorming de manera anónima, a través de las muchas y diferentes opciones virtuales del mercado.

A veces, es mejor establecer unos límites para guiar al grupo a que se esfuerce por encontrar mejores ideas, o más relacionadas con el objetivo planteado.

Parar cuando no surjan ideas, pero no tener miedo al silencio. En ocasiones, un minuto sin hablar puede dar paso a nuevas consideraciones interesantes.

Estar preparado para el fracaso de una sesión de brainstorming. Se puede dar el caso de que no solucionemos el problema planteado tras nuestra reunión. No hay que desmotivarse, y seguir generando ideas individualmente para afrontar con ilusión las próximas sesiones.

 

Brainstorming: ¿grupal o individual?

A menudo, esta técnica creativa se suele practicar de manera grupal ya que cuando lo practicamos individualmente, normalmente mantenemos un control total de las ideas que generamos. Y precisamente, en el brainstorming, la palabra control pasa de una forma muy desapercibida.

Además, al generar por nosotros mismo el conjunto de ideas, tendemos a dejarnos llevar por un escenario más positivo, dando lugar a un proceso pobre en la ‘tormenta de ideas’. Sin embargo, cuando lo practicamos por nuestra cuenta, también somos dueños del dónde y el cómo. Podremos llevar a cabo nuestro brainstorming en el momento que nos sintamos más cómodos.

Lo que se suele hacer en estos casos, es que cada miembro del equipo realice su propio brainstorming, para luego ponerlos todos en común en las sesiones grupales. Sin embargo, es mejor escoger sólo unas pocas ideas por las que empezar, para seguir ‘tirando del hilo’ una vez estemos con los demás miembros del equipo.

 

Por lo general, la práctica del brainstorming aumenta notablemente la motivación de los colaboradores, que siente cómo forman parte de la toma de decisiones. El buen clima laboral se siente y eso se transmite. Y es al aplicar correctas técnicas de brainstorming, estaremos yendo un paso más allá en nuestras reuniones creativas.

Te recomendamos estos artículos

Escribe un comentario