Una ventaja competitiva es una cualidad de la empresa que la diferencia del resto de su mercado y que le permite tener un mejor desempeño que sus competidores.

La mayoría de compañías centran sus esfuerzos en crear una estrategia competitiva que las destaque en su sector de actividad. Por eso, estaremos hablando de una ventaja competitiva y comparativa al mismo tiempo.

 

 

Características de una empresa competitiva

 

¿Cuáles son los tres ingredientes del concepto de ventaja competitiva? No deben faltar en cualquier estrategia que busque diferenciarse del resto, estos tres pilares, característicos de toda empresa competitiva.

  • Aumentar la satisfacción del cliente
  • Reducir costes de empresa
  • Buscar innovaciones o transacciones novedosas

Toda estrategia competitiva debe tener como referencia estos tres elementos. A partir de aquí, podemos ir construyendo el plan a seguir y los objetivos que cumplir. Y es que las empresas con ventaja competitiva, suelen dirigir todas sus acciones hacia estos tres aspectos.

Así ponen en valor su compañía. Si existe una actividad que no vaya encaminada hacia uno de estos pilares, es mejor no realizarla. Un ejemplo de Lean Thinking, según el cual hay que eliminar los desperdicios que no generen valor para el cliente o/y empresa.

 

Las 5 fuerzas de Porter

 

De modo que, nos centraremos en cliente, empresa e innovación. Pero, ¿cómo llegamos a unificar estos tres elementos en nuestra estrategia competitiva?

Entre las estrategias y ventajas competitivas de una empresa se encuentra una de las técnicas más populares, acuñada por del empresario y economista Michael Porter. Este estadounidense y catedrático de la Universidad de Harvard, identifica cinco fuerzas fundamentales en un modelo estratégico que él mismo desarrolló.

Estas cinco fuerzas son:

  1. La negociación con los compradores o clientes asiduos o que sólo usarán nuestro producto una vez.
  2. El poder de negociación con los proveedores o vendedores.
  3. La amenaza ante nuevos competidores.
  4. La amenaza de productos sustitutos.
  5. La competencia y rivalidad con los competidores.

Si controlamos estas cinco fuerzas, según este modelo de Porter, encontraremos una diferenciación importante en nuestro mercado y nos posicionaremos por delante de los competidores.

 

¿Cómo obtener una ventaja competitiva?

 

Está bien. El concepto nos lo sabemos. Ahora, hace falta ponerlo a la práctica. Te damos algunos aspectos a tener en cuenta para obtener una ventaja competitiva ajustada a tu tipo de negocio y mercado en el que compites.

  1. El tamaño del mercado. Hay que ver si la oferta supera la demanda para considerar hasta qué punto nuestro negocio es capaz de abrirse hueco en ese mercado.
  2. Tu posición en el mercado. Realiza un estudio para saber en qué ligas juegas. Para eso, existen muchas herramientas como la Matriz de posicionamiento, entre las más usadas.

Otra de los instrumentos más empleados para averiguar nuestra situación en el sector, es la realización de un DAFO (Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades). Con esta herramienta sabremos más aspectos que nos ayudarán a obtener una diferenciación sólida. Se trata de una de los ingredientes en las estrategias competitivas de marketing de cualquier empresa.

  1. Desarrollo del plan. Para ello, definimos una misión y visión de la empresa. La razón de ser por la que existe la compañía. A partir de aquí, todas las actividades que desarrollemos estarán enmarcadas a seguir nuestra misión corporativa.
  2. Encuentra tu estrategia competitiva. Precisamente, Porter distingue entre tres estrategias genéricas:
    1. Búsqueda del liderazgo de costos, a través de productos más económicos que los competidores. Para ello, podemos reducir costes gracias a una gestión óptima de los procesos de producción, por ejemplo. Esto lo conseguimos trabajando con herramientas capaces de optimizar tiempo, recursos y costes, como Sinnaps. O también, hay empresas que acceden directamente a las materias primas.
    2. Búsqueda de una diferenciación destacada. ¿Qué podemos hacer que nuestros competidores no hacen? Hay compañías que destacan por la calidad de sus productos, por su expansión geográfica, por la calidad en el servicio al cliente como ventaja competitiva, por la personalización del producto, etc.
    3. Búsqueda de un enfoque especializado. Las empresas se centran en un determinado nicho de mercado, al que ofrecen el mejor producto.

 

¿Cómo mantener una ventaja competitiva sostenible?

 

Una vez hemos encontrado nuestra ventaja competitiva, el segundo y más importante paso es mantenerse arriba. Para eso, la compañía debe ser consciente de que continuamente tendrá que ir cambiando algunos aspectos. La versatilidad del marcado así lo exige. Un ejemplo que está ocurriendo con la transformación digital de la mayoría de empresas.

Una herramienta muy útil para mantener nuestra planificación actualizada con la estrategia de la empresa es a través de un cronograma online. Con él, podemos realizar los cambios que necesitemos y no perderemos los objetivos principales.

Y es que para reforzar nuestra ventaja competitiva, quizás nos haga falta innovar en dirección a nuestra misión. Por ejemplo, siendo la calidad como la ventaja competitiva que nos define. Tener un producto mejor a través de la innovación.

Otro ejemplo, es si una empresa tienen buenos canales de distribución y es fuerte por ello, quizás sea bueno aprovecharlos y sacar un nuevo producto que utilice también esos canales.

Existen muchas posibilidades para desarrollar una ventaja competitiva sostenible. Lo que diferenciará del resto es nuestra capacidad de visión estratégica, creativa y de oportunidad. Recuerda que todas las decisiones que se toman a tiempo tienen un grado de incertidumbre, si no lo tienes, vas tarde.

 

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