Para sobrevivir o crecer, las empresas deben ser capaces de crear valor e innovar en todos los aspectos de su organización, incluyendo la gestión, los procesos, los productos y los servicios, así como el marketing y el modelo de negocio.

 

ciclo de innovación

 

¿Qué es el ciclo de innovación?


El ciclo de innovación estratégica es un proceso concreto, planificado, realizable y que debe adaptarse a las necesidades de la empresa. La creatividad e innovación empresarial es el medio para alcanzar objetivos, mejorar la competitividad, diferenciar y crear valor y, para ello, debemos contar con herramientas de gestión de proyectos como Sinnaps que nos permitan recopilar y analizar toda la información estratégica necesaria para nuestros modelos de gestión de la innovación.

Una innovación es la implementación de un producto o proceso nuevo o significativamente mejorado (bien o servicio), un nuevo método de marketing o un nuevo método organizativo en las prácticas empresariales, en la organización del lugar de trabajo o en las relaciones externas.

 

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Técnicas y modelos de innovación

 

Cualquier candidato a la creación de empresas tiene la capacidad de ser creativo si va más allá del marco habitual de sus referencias. Las normas existentes o aceptadas, los hábitos, las reglas establecidas, la racionalidad son obstáculos importantes para la creatividad. Sin embargo, algunas de las llamadas técnicas y modelos de innovación permiten superarlas.

Para completar el proceso inicial de búsqueda de ideas, será necesario utilizar la técnica del «brainstorming» o lluvia de ideas, que puede utilizarse sola o en los otros procesos de búsqueda de ideas para aumentar la capacidad de innovación que se describen a continuación:

Brainstorming (lluvia de ideas): es una de las técnicas y modelos de innovación más populares y se corresponde con el primer paso del ciclo de innovación. Esta técnica consiste en generar espontáneamente tantas ideas como sea posible sobre un tema dado:

– sin restricciones,

– sin preocuparse al principio por su realismo,

– y absteniéndose de toda crítica o justificación.

Lo ideal es contar con un grupo de, al menos, cinco personas proactivas.

El principio es dar rienda suelta a los propios pensamientos y buscar la cantidad de ideas en lugar de la calidad. Por lo tanto, las ideas más extravagantes son bienvenidas. Hay que buscar asociaciones, mejoras, combinaciones con ideas ya expresadas.

La selección de ideas tiene lugar más tarde, durante la fase de validación.

Desde un punto de vista práctico, si hay varios participantes, uno de ellos actúa como facilitador y escribe en una pizarra cada idea presentada, por muy descabellada que sea, para que todos puedan leer constantemente lo que se ha dicho. Los participantes deben abstenerse de hacer interpretaciones, comentarios o justificaciones.

La “defectología”: esta técnica consiste en adoptar una actitud crítica, tomando conciencia de las insatisfacciones existentes en el uso de un producto o servicio.

Debe permitir tratar de mejorar y perfeccionar hasta el extremo el tema estudiado.

Esta técnica requiere el uso de «brainstorming» de antemano para identificar todos los defectos, desventajas o debilidades de un producto o servicio.

El mapa de acciones: consiste en escoger el objeto o servicio y situarlo en el centro de un mapa conceptual. Debemos hacer una descripción precisa del mismo, teniendo en cuenta sus aspectos técnicos, funcionales y sociológicos. A esto se aplicará una técnica de brainstorming selectiva: crearemos ramificaciones desde el objeto central que se corresponderán con verbos, como: aumentar, disminuir, combinar, revertir, modificar o hacer más excitante el producto. La asociación de los verbos con el producto generará nuevas ideas.

 

Metodologías de innovación industrial

 

Existen multitud de metodologías de innovación industrial pero hay tres que destacan, por mucho, sobre todas las demás. Se trata de las metodologías TRIZ, ASIT y C-K.

TRIZ: Históricamente, de entre todas las metodologías de innovación industrial, TRIZ ha sido la más utilizada en industria y se basa en un algoritmo que utiliza varias herramientas, pero se basa principalmente en la idea de transformar un objeto técnico real en un problema genérico que puede resolverse mediante un gran número de reglas. TRIZ se dirige a objetos industriales, pero muestra sus límites cuando se trata de actividades más abstractas. El autor, Genrich Altshuller, pretendía eliminar el bloqueo psicológico, reformulando el problema para deshacerse de las palabras profesionales genéricas que reducen el área de pensamiento.

ASIT: (advanced systematic inventive thinking) pretende ser un derivado y una simplificación de TRIZ. Roni Horowitz, profesor universitario en Tel Aviv, propone simplificar el TRIZ utilizando una hipótesis (llamada «mundo cerrado») y luego aplicar cinco herramientas creativas (unificación, multiplicación, división, ruptura de simetría y eliminación de objetos). Como los operadores son más generales, ASIT puede ser aplicado a muchos objetos reales o virtuales

C-K: La teoría CK ha sido propuesta por Hatchuel & Weil y es, básicamente, una teoría de gestión que se lleva a la práctica de forma constante, durante todas las fases y etapas de la innovación. Considera el objeto en el espacio C de los conceptos, y añade atributos que provienen del espacio K del conocimiento. Esto significa que cuanto más amplio sea su conocimiento inicial, mayor será el número de conceptos posibles. CK considera que el resultado final del proceso de creación es inicialmente indecidible. Así, los conceptos generarán preguntas, investigarán y luego aportarán nuevos conocimientos que proporcionarán nuevos atributos para los nuevos conceptos.

 

Los indicadores de innovación

 

Podemos conocer la relevancia de nuestro ciclo de innovación en base a los siguientes tipos de indicadores: económicos, efectivos, productivos, cuantitativos y culturales.

Económicos: miden los resultados según la información económico-financiera de la organización. El indicador más importante es el ROI pero también encontramos indicadores como el ahorro de costes derivado de la aplicación de las innovaciones o las ventas generadas por un producto que hemos innovado/mejorado.

Efectivos: relacionan los indicadores económicos con los cuantitativos: por ejemplo, la inversión en la mejora de un producto más el gasto en recursos y el éxito y beneficio generados.

Productivos: son aquellos derivados de la fabricación, por ejemplo: los estudios de tiempos y movimientos en la fabricación, la eficacia de la línea, la fiabilidad de los componentes de la línea de producción, así como el propio ciclo de vida del producto.

Cuantitativos: se trata de todos los datos cuantificables y no financieros: el número de proyectos, inventos, mejoras, etc. En concreto, podríamos poner el ejemplo de las patentes o diseños industriales registrados en un año.

Culturales: estrechamente relacionados con los RRHH, nos dan resultados acerca de qué departamentos o empleados son los que más aportan en innovación. Indicadores culturales son, por ejemplo, el número de empleados que escriben sugerencias o mejoras o bien aquellos que han detectado riesgos o amenazas en el desarrollo del producto y lo han puesto en conocimiento de la organización.

Para que la información de estos indicadores sea infalible, debemos contar con un software de apoyo para la gestión de la innovación empresarial, como Sinnaps, que nos ofrezca una visión global de todos estos campos y nos permita relacionarlos, creando informes sencillos que muestren los aspectos más relevantes de forma clara.

 

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En resumen, el ciclo de innovación estratégica es un plan que debe estar presente en todos los sectores. Del mismo modo que hay metodologías específicas para la industria, existen nuevas herramientas de innovación comercial o nuevos medios telemáticos de investigación e innovación administrativa pero el ciclo innovativo más importante de la década, después del industrial, ha sido el del sector de la construcción. Si bien la construcción es un sector que padeció, precisamente, la carencia de innovación durante el siglo XX (a excepción, quizá, de algunos materiales), en los últimos años se ha visto renovado gracias a estas 5 innovaciones tecnológicas que os contamos a continuación.

 

Plan de innovación en la construcción: las 5 innovaciones tecnológicas de la década

 

  1. Realidad Virtual

Hacer que las partes interesadas en una construcción puedan vivir una experiencia de inmersión totalmente interactiva antes de finalizar los planes, mejora la participación y permite elaborar planes que cumplan plenamente con las expectativas. También permite trabajar en condiciones únicas, como incluir las necesidades horarias de un centro (un zoo, un cementerio,…) o las espaciales (como las salidas y entradas de autobuses o trenes).

 

  1. Realidad aumentada

La realidad aumentada ofrece la posibilidad de recorrer literalmente los diseños a través de tecnología como las gafas inteligentes. Tanto la realidad virtual como la realidad aumentada han revolucionado el plan de innovación en la construcción.

Mientras que la realidad virtual permite a los usuarios «observar» a través de entornos de modelos 3D y 4D sin mover los pies, la realidad aumentada permite a los usuarios caminar a través de entornos 3D reales, con los pies, mientras recopilan y/o ven información adicional en tiempo real sobre ese entorno.

 

  1. Tecnología portátil

Desde cascos que avisan cuando un empleado ha sufrido un golpe o caída a chalecos con geolocalización, los conocidos comúnmente como “wearables” hacen que los lugares de construcción sean mucho más seguros de lo que fueron en el pasado.

 

  1. Aprendizaje automático

Dentro del marco del plan de innovación en la construcción, hablamos aquí de dispositivos que guardan toda la información del entorno (fotos, vídeos, sonidos, etc.) y la analizan y etiquetan, de forma que aportan información en tiempo real de todos los elementos de un plan de construcción y avisan de los posibles riesgos, infracciones de seguridad y otros muchos datos estructurales.

 

  1. El puesto de trabajo conectado

Afortunadamente, la conectividad en el lugar de trabajo se está poniendo al día y es cada vez más fácil de lograr. Con un sitio de trabajo conectado, todos en el lugar tienen acceso a planos y documentos actualizados al minuto, y capacidad de enviar avisos y problemas en la palma de la mano. De la misma manera, todos en la obra, el departamento de diseño o el de ingeniería tienen acceso inmediato a todo lo que está sucediendo en el sitio de trabajo. Solo hay que echar un vistazo una aplicación de gestión integral como Sinnaps para darse cuenta de todas las posibilidades que ofrece.

La comunicación y los problemas se reducen de días o semanas a segundos. Los errores debidos a la falta de comunicación se eliminan por completo y la necesidad de aplicar cambios se reduce significativamente. Creemos que muy pocas empresas de construcción prosperarán en 2019 sin moverse hacia el puesto de trabajo conectado.

En definitiva, estamos viviendo en el periodo de la historia donde los cambios son más extraordinarios y veloces. El único camino posible en un marco tan competitivo es ser más innovadores y no quedarse nunca atrás. Para ello, recomendamos apoyarse, como ya hemos comentado, en herramientas de Sinnaps que nos permitan controlar todos los pasos de nuestro plan de innovación para ser más eficaces y competitivos.

 

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